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miércoles, 10 de abril de 2019

Hijos sandwich

Ni los mayores ni los pequeños; los niños sándwich son los niños de en medio, los medianos, el mediano, el que recorre camino con los padres que ya está hecho y el que se destrona "demasiado pronto"... y es que con el primer hijo nos estrenamos como padres y todo lo que vamos descubriendo con él es también nuestra primera vez, vamos de la mano caminando y de pronto llega un segundo que recorre el mismo camino pero que lo vemos con ojos de "segunda mano", porque nuestra primera vez ya ha pasado y a pesar de que cada niño es un mundo y un ser al que amaremos infinitamente, las cosas nos las tomamos de otra manera,...y no te digo más cuando es destronado por un tercero!!!! 

Seguramente, los que tengáis tres o más hijos sabréis de lo que os hablo y, seguramente; también habrás vivido como el carácter del mediano cambia y da la sensación de que va a su bola, se pone un poco más arisco de la cuenta y está más suspicaz que de costumbre.

Como padres, debemos plantearnos ver si nuestro hijo mediano se comporta de manera diferente; posiblemente nos pida más atención o quiera sobresalir del resto de alguna manera (a veces no precisamente buena). Así que tendremos que darle la vuelta a la tortilla y mostrarnos más encima con ellos, jugando más, estando más atentos a ellos y demostrándole a su manera que sigue siendo tan querido como antes de la llegada del nuevo hermanito. Esto no significa de ninguna manera que si nos pide la mano le demos el cuerpo entero...que nos conocemos!!!!!
Pero ser el mediano tiene sus cosas buenas y sus cosas malas; sus ventajas y sus desventajas, y aquí os muestro lo que a grandes rasgos y en general (no tiene porque ser así para todo el mundo) he creido que son las ventajas y desventajas del mediano.⇊⇊

Ventajas de ser hermano mediano:
  • Los padres estamos más "relajados" que con un hijo, tenemos menos miedos. Los medianos se suelen criar con mayor libertad, aunque es importante que el niño no perciba "dejadez" por parte de los padres.
  • Se dice que suelen ser más observadores; tiene como modelo a su hermano mayor, pero también al pequeño
  • Son más sociables (por lo general) y aprenden a trabajar con mayor rapidez en equipo.
  • Salen ( o se hacen) más avispados, buscan como apañarse para resolver sus problemas...y gracias a eso se hacen más independientes.
  • Tiene la facilidad para llevarse bien con todos los hermanos, para el mayor es el pequeño y para el pequeño es su compañero de juegos.
Desventajas de ser hermano mediano:
  • En ocasiones se le presta menos atención o sienten que se les quiere menos
  • Suelen "sufrir" al ser destronado y dejar de ser el consentido de la casa
  • Quieren llamar la atención y lo hacen en forma de rabietas y/o trastadas
  • Pueden convertirse en unos comodones, esperando que el mayor lo haga todo.
Por todo esto, es importantísimo, hacer de ese hijo "sándwich" ( aunque también deberíamos hacer de cada hijo)  un hijo especial, un hijo único. Para ello:
  • Debemos reservar tiempo para dedicárselo exclusivamente a nuestro mediano. A pesar de lo difícil que es dedicar tiempo a cada uno de los miembros de la familia debido al ritmo de vida que todos llevamos, es importante sacar algo de tiempo para estar con él, pasear, que te acompañe a un recado, llevarlo a merendar o sentarte con él a ver que tarea trae del cole o que ha dado esta semana...pero que sienta que vais juntos los dos y que es un tiempo que le estás dedicando.
  • No compararle ni con el mayor ni con el pequeño; todos somos diferentes y nada ayuda que nos comparen con nadie.
  • No tiene porque seguir los pasos del mayor, si el mayor va al conservatorio, o tiene porque ir el mediano, a lo mejor no le gusta o no tiene las destrezas apropiadas pero si tiene destrezas para otra actividad... no hacemos hijos en serie
  • De vez en cuando otorgarle el protagonismo y pedirle a él opinión sobre algo, preparar su plato o postre favorito de vez en cuando (y decirle que lo hacemos porque sabemos que le gusta).
¿Y por qué os cuento todo esto? El ritmo de vida que llevamos hace que nos vayamos comiendo los días unos detrás de otro, que no vivamos sino que sobrevivamos y vamos como " a remolque" con la familia, cuando con un poco de suerte nos sentamos juntos a la mesa todos los días, pero poderle dedicar un rato a cada uno nos resulta algo difícil no, a veces casi imposible. El otro día fuimos a Madrid. Fue un viaje de locos sobre la marcha, 25 horas en los que fuimos y volvimos a Madrid en coche, 1042 kilómetros por un tema de "apoyo moral" a mi ahijada...y la idea era que íbamos a ir el padre y yo ida y vuelta pero a última hora decidimos ir el coche y llevarnos al mediano...su cara de ilusión cuando le dijimos que se venia con nosotros no tiene precio. Un plan, pasar un día, se sintió hijo único: fue responsable, alegre, divertido, encantador, colaborador y cincuenta adjetivos más superpositivos.... y eso no lo cambio por nada;  al llegar a casa y volver a ser un sándwich ( eso sí, sabrosón) supe que estos momentos que pasamos a solas con ellos son momentos únicos que les ayudan a crecer y a sentirse los protagonistas de nuestras vidas.