esperando nuestro turno |
En fin... como si nos fueramos de excusión nos montamos todos en el coche y nos fuimos los hermanos y yo a la pelu. Los niños estaban como si fuesemos a hacer algo importantisimo, Javier en el coche imaginaba como se portaría María, pensaba que no iba a parar mientras el peluquero "intentaba" hacer algo con el pelo de María; pero se equivocó.
Llegamos, esperamos unos minutos y la sentamos en un sillón especial para bebés. Ni se movió, María estuvo tan quietecita como si fuera mayor...me impresionó y los niños estaban como si estuvieran en una feria.
Agradecer al chico que le cortó el pelo porque fue supersimpático y agradable con los niños y porque dejó a Maria...guapíiiiiiisima!!!!!
Lo se, lo siento; me siento pesada, se me cae la baba...jajaja
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