Descubriendo Baeza

Como os adelante por Instagram, el pasado fin de semana he estado en Baeza disfrutando de su patrimonio, su gastronomía y buena compañía. A veces, de vez en cuando, hay que salir de casa sin niños, intentar acoplarlos lo mejor posible (en mi caso esta vez lo hemos dejado con sus tíos del Rincón) y disfrutar con tu marido y los amigos.

de camino

Nada más atravesar la rotonda de entrada de Baeza te da la sensación de buen pueblo, precioso y muy buen cuidado. Me ha sorprendido su conservación y la limpieza, los "ríos" de gente haciéndose fotos con la maravilla de Patrimonio que conserva y la cantidad de ambiente tanto de día y de noche dentro y fuera de sus bares, restaurantes o locales de copas.

Al llegar al aparcamiento (bastante barato, por cierto) nos estaba esperando nuestro "cicerone"; no hemos podido tener mejor guía para mostrarnos el encanto de Baeza y contarnos la historia y, vida y milagros de cada uno de los edificios que hemos visitado. Al salir del aparcamiento te encuentras sumido en un barrio donde cada edificio que ves es de piedra que te habla de un pasado poderoso.

Macarena, Leocadio y yo por las calles de Baeza

Pasamos por el antiguo Depósito de Caballos Sementales, hoy edificio dedicado a los Servicios Sociales del Ayuntamiento. Seguimos caminando y nos encontramos con las "ruinas"(por llamarlas de algún modo porque son obras de arte que han quedado al aire) de la que fuera la Capilla de los Benavides, obra del maestro Vandelvira, destrozada a principios de s XIX.

Capilla de los Benavides

Seguimos el paseo y nos encontramos con el Ayuntamiento de la ciudad, que fue antigua Cárcel y Palacio de Justicia como atestigua una de sus puertas donde encontramos el símbolo de la justicia y la caridad.

detalle de una de las puertas del Ayto con la Justia y la Caridad

que recibía antiguamente a los presos

A pocos metros, en otra calle nos encontramos en una plaza, hoy plaza de la Constitución, donde en el s.XVI se organizaban corridas de toros y se veían desde los balcones de las casa que la rodean...al no tener balcón los gobernantes del momento, mandaron construir un edificio donde asomarse ellos a ver las corridas,...a ese edificio se le conoce como el Balcón del Concejo, hoy sede de la Agrupación de Cofradías.

Balcón del Concejo

La Plaza del Popolo o de los Leones tampoco tiene desperdicio. En ella se encuentra la Antigua Carnicería del s. XVI, hoy Juzgados, el antiguo edificio de las Escribanías Publicas, hoy Oficina de Turismo, la Puerta de Jaén; arco que da paso a la muralla, construido para conmemorar el triunfo de la batalla de Carlos I contra los Comuneros de Castilla, y en un lateral de la plaza se encuentra una fuente con una esfinge de Himilce.

Continuando por sus callejas empedradas llegamos al Instituto Antonio Machado, antigua Universidad cuyo 1er rector fue San Juan de Ávila, donde Antonio Machado enseñaba francés a sus alumnos. Es un edificio del s. XVII espectacular.

En el aula de Antonio Machado

Al salir de la Antigua Universidad "nos topamos" con una rareza de la zona; una Iglesia Románica tardía del s. XIII con pinturas medievales en su altar.

ábside de la Iglesia románica 

En Baeza encontramos también uno de los Palacios Góticos isabelinos más bellos de España; el Palacio de Jabalquinto, del siglo XV, hoy sede de la Universidad Internacional de Andalucía.

Palacio de Jabalquinto

La Plaza de Santa María alberga una fuente renacentista en el centro, llamada de Felipe II. Los edificios que rodean la plaza son de una magnitud impresionante: La Catedral de la Natividad construida por Fernando III, el edificio de las Cancillerías, hoy del Ayuntamiento, Seminario de Felipe Neri (hoy Universidad Internacional de Andalucía) y casas particulares preciosas que no rompen con el entorno.

Vistas desde la habitación del hotel

Interior catedral

Lo último que visitamos monumentalemtne hablando fue la Iglesia de El Salvador, una iglesia, algo más alejada del casco histórico, edificada en el siglo XIII, de estilo gótico-mudéjar.

Detalles marianos de una calleja de Baeza

La gastronomía y el ambiente es de mencionar. Gente por todos sitios, terrazas y bares llenos. A medio día disfrutamos de una comida buenísima en uno de los restaurantes más distinguidos de la ciudad, el restaurante El Pájaro. Me lo recomendaron bastantes personas y la verdad que no defraudó; servicio, decoración y comida excelentes.

"Algo" de lo que tomamos en el almuerzo: tartar de atún, de

gambas,bacalao gratinado, arroz con bogavante

y ternera a la plancha...faltan los postres...ejejejej 

Por la noche tuvimos tapeo por diferentes bares y la verdad que también cenamos estupendamente. El hotel donde nos alojamos estaba a 50 metros de la catedral, un edificio precioso que derrocha con solo entrar paz y tranquilidad.

Y termino con unos versos de Antonio Machado: "Si es bueno vivir, todavía es mejor soñar, y lo mejor de todo, despertar"

Futboleros viajeros