El viernes tuvo María su primera excursión. Pronto empieza, pensareis muchos..jejej... y las que le quedan!!!!
Ese momento en el que nos llega la circular de la guarde con la autorización para ir a una excursión... ese momento en el que te entra una especie de sudor, tembleque y miedo al mismo tiempo....Bromas aparte...jejeje... Dejar a nuestros peques ir con la guarde (2-3 años) de excursión es una decisión muy personal. Tengo que reconocer que a veces tengo sensación de notario por todo lo que firmo antes de salir de mi casa, agendas varias, autorización, salidas,...y entre el "porrón" de cosas por hacer justo saliendo de casa veo la autorización de la peque, que reconozco firmé sin apenas leer. Al día siguiente me enteré que iban de excursión a la Granja Escuela... y sí, a nosotros nos pasan estas cosas día si, y día también...jejeje
En la época de Javier en la guarde recuerdo que los padres podían ir a la excursión, aunque yo no fui, en la de Álvaro no lo recuerdo porque en ese caso y sin acordarme de los motivos, no fue a la excursión de la guarde, y ahora, con la clase de María no dejaban ir a padres... lo cual...me parece no bien, sino estupendo. Entiendo que llegados a este punto discrepemos muchos, a mí me encanta participar en las actividades que organizan los coles de mis hijos, pero discrepo totalmente a la hora de acompañar los padres a una excursión o salida. Los padres estorbamos, y estorbamos no porque molestemos, sino porque los niños, sobre todo los de guarde se nos pegarían como lapas y no dejaríamos que se abriesen en el sitio todo lo que tendrían que hacerlo.
A la mayoría de los padres nos puede causar miedo e inseguridad por ser tan pequeños y por estar tantas horas fuera de casa sin nuestra compañía, además de añadirle el viaje en carretera, que nuestro caso ha sido de hora y poco. Pero es importante pensar que en la guarde lo tienen todo bajo control y previsto y que estas actividades son muy beneficiosas y enriquecedoras para los niños porque por norma general les impresiona todo lo que ven mucho y les parece apasionante, se ven en situaciones diferentes con sus compañeros, conocen y respetan a los animales y al medio y se divierten en otro entorno probablemente bastante diferente al que están acostumbrados.
María ha venido encantada y contándome a todos los animales que ha visto y tocado, diciéndome que había comido en un jardín y que habían hecho pan... pan, que por cierto no me ha dejado tirarlo, que se lo ha comido todo (ayyyy madre...., con lo sobaito que tenía que estar).
Las seños de nuestra clase nos tuvieron informados a cada momento de la llegada y de cada actividad de la excursión, enviándonos fotos y contándonos lo bien que lo estaban pasando. Así es un lujo, porque disfrutan ellos y disfrutamos los padres viendo lo que van haciendo, viendo esas caras de asombro e ilusión. Así que desde aquí, aunque ya lo hice el viernes, tengo que agradecer el cariño que derrochan en cada una de las actividades que tienen con nuestros peques y en su día a día...son estupendas!!!
