En marzo hice mi último post por aquí y han pasado millones de cosas desde entonces,...al menos a mi me lo parece. Siento frustración al ver el blog "parado" desde entonces pero ha ido todo demasiado rápido para sentarme a expresar por aquí tal o cual cosa. Lo cierto es que parece que ha pasado una eternidad, y si lo pienso bien han sido 8 meses sin escribir por aquí, pero no he dejado ni Instagram ni mis publicaciones mensuales en Somos Magazine, ni otras pocas cosas que suelo hacer.
Empecé el año con bastante constancia en el blog y con una ganas enormes de cambiar varias cosas, entre ellas el diseño, hacer una migración y otras cosas del estilo, pero la verdad es que no he tocado nada, y entre eso y el poco tiempo libre, lo he ido dejando, he pensado hasta en cambiar el nombre
Quería daros las gracias, a los que me seguís, a los que me leen, a los que me contestan y escriben, a los que les gusto y a los que no, a los que se ríen de mi y a los que se ríen conmigo....gracias porque por segundo año he llegado a la final de los Premios Madresfera, gracias porque justo cuando no lo merezco, cuando más desilusionada estaba y más olvidada estaba de este mundillo, no sólo me habéis sostenido, sino que me habéis apoyado, animado y alzado hasta la final.
La semana que viene es la final. Se que no tengo nada que hacer, pero me siento orgullosa de haber sido la más votada en mi modalidad, me siento orgullosa de mi blog "caserito" como me gusta a mi llamarlo, me siento orgullosa de la gente que me rodea, de la gente que me aporta, de la gente que me lleva y de la gente que me acompaña. Lo que tengo y donde llego lo he conseguido yo con vosotros, no con publicidad, no con enlaces de afiliados ni con cuentos chinos, pasito a pasito, visita a visita...y eso, aunque canse y veas que a veces un pedazo de post no te da las visitas que crees que podrías, te hace sentir orgullosa.
