Como el anuncio de zanussi, mi casa estaba en rotundo silencio. Si fuese lo habitual no me llamaría la atención; por eso estaba tan extrañada que tuve que ir habitación por habitación comprobando que estaba todo en orden.
Y es que habitual en mi casa es que reine el caos, los juegos de lucha, las "limi" en el pasillo siendo uno Paco Lara (portero del Antequera CF) y otro Cristiano Ronaldo, hacer torres y derribarlas con una patada o simplemente pelearse a bocado y torta limpia entre Javier y Álvaro.
Eran las 15,15 h de la tarde. Comidos y cocina recogida. Algo inusual en casa, y lo mas extraño de todo era que yo, que rara vez me siento a ver la tele después de comer me senté plácidamente café en mano. Evidentemente los niños estaban vivos; pero no en casa: los habíamos dejado en casa de la Tía Ro a pasar un par de días en Málaga!!!! Días que se me han hecho eternos y cortos, días en los que me faltaba algo pero que hemos sabido llenarlo con otras cosas: con tranquilos paseos con María sin tener que gritar como si fuese la omaita de los Morancos "niño súbete a la acera que te pilla el coche" e incluso algo de deporte.
De vez en cuando es bueno "soltarlos", salir de su entorno, que vivan en una casa con otras normas y se relacione con otro entorno; solo así crecen y valoran lo que tienen. Nosotros hemos descansado y ellos se lo han pasado de lujo dándoles sus tíos todos los mimos habidos y por haber: playa, piscina, McDonalds, pescaito frito y mucho juego.
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