Me meto en terreno pantanoso...Huelga de deberes....lo sé, algunos estáis a favor, otros en contra,...a otros ni les va ni ni les viene...Menudo despliegue hemos tenido este fin de semana en los medios de comunicación con la Huelga de deberes para los fines de semana del mes de noviembre que ha organizado la Confederación de Asociaciones de Padres de Alumnos (CEAPA), no se si la habrán secundado muchas familias,... La CEAPA reclama a los docentes que reduzcan las tareas que sus hijos deben hacer fuera del horario lectivo y propone sustituirlos por actividades como visitar museos, cocinar o hacer deporte en familia (no sabía que era incompatible con hacer deberes pero bueno). Los padres de los colegios religiosos (CONCAPA) no la va a secundar por ahora porque considera que los deberes sirve para afianzar lo aprendido en clase. He podido leer en varias ediciones dominicales a padres partidarios y detractores del boicot, defensores de los valores positivos de unos deberes bien ajustados y opositores acérrimos de las tareas escolares creando debate.
Las cosas no son blancas o negras,... ni los deberes son malos ni van a hacer de nuestros hijos los más listos y preparados del planeta; y sí, me meto en el tema aunque no sea maestra, profesora o pedagoga,.... sólo hablo desde mi experiencia como persona y como madres (a parte dejo mi aportación académica que en este caso no viene a cuento).
¿Qué le enseñamos a nuestros hijos haciendo una huelga sin deberes? Se ve que no corren buenos tiempos para la cordura y el sentido común ni para los valores como el esfuerzo, la excelencia y la perseverancia. Estamos llamando a nuestros hijos a la holgazanería y a la desidia, a desautorizar a sus maestros que en la mayoría de los casos se desviven por ellos. Estamos convirtiendo a estos niños en pequeños tiranos, imponiendo siempre su voluntad y sus caprichos sin ponerles límites ni normas de comportamiento ni sentido de la responsabilidad. Esta huelga viene a decirle a los niños que no le hagas caso a los que tu maestro te mande de deberes, transmitiendo a los niños que lo chulo es solo el ocio, lo lúdico, donde solo vemos derecho y no responsabilidades.
En mi generación, no muy lejana a ésta, aunque a la velocidad de vértigo que vamos parece que soy de antes de Cristo, los deberes eran cosa de niños, no de padres. Me metía en la "salita de estudio" (sin tele por su puesto) y salía cuando tenía los deberes terminados; si no sabía algo, al día siguiente se lo preguntaba al profe o a la seño, mis padres no estaban encima mía para ver si lo tenía bien o mal ni lo comprobaban con las otras madres de la clase a golpe de teléfono ( los grupos de WhatsApp no existían para descanso de ellos...ejejejj). Si lo tenía mal, no pasaba nada, se borraba y lo volvía a hacer, no montaba en cólera ni hacía un drama por llevar algo mal a clase; al menos lo intentaba y hacía. Si por cualquier casual se me olvidaba hacerlo,...por supuesto la seño me regañaría y al llegar a casa mis padres seguramente también lo harían por ser una despistada y una irresponsable, a la de dos veces, ya no me pasaría más y aprendería a ser más responsable y atenta para ser hoy una persona autónoma, organizada y, en cierta medida responsable (como creo que soy).
Crecí y me enseñaron que el respeto a los maestros es fundamental y que aunque mis padres desaprobaran alguna decisión o forma de algunos de mis profesores, jamás lo dijeron delante de mi, porque delante de mí, profesores y padres iban de la mano en las enseñanzas y educación de los niños,.. Ahora veo en muchos corrillos de madres como critican a las maestras de sus hijos incluso delante de ellos, como las desautorizan y las dejan a la altura del betún... que lástima crear conflictos en la cabeza de un niño pensando quien de las dos lleva razón; si su madre o su maestra... como nos gusta el conflicto y crear polémica; cuando lo mejor para nuestros hijos es que vayamos todos a una y en lugar de criticar hablemos más, dialoguemos y vemos qué es lo que mejor le viene a nuestros hijos para avanzar y crecer.
Sin duda, la cuestión de los deberes debe abordarse, porque como hace poco el "mejor maestro de España" César Bona decía, se debería reducir los deberes a los más pequeños para que pudieran disfrutar de su infancia lo máximo posible; pero de ahí a que no se mande deberes hay un abismo. Si ya, la educación en España deja mucho que desear,... con una educación laxa en la que se tire por tierra el esfuerzo y se quite toda autoridad al profesor dejándolos como meras figuras que enseñan y quieren castigar a sus alumnos con deberes, así no se forman a ciudadanos libres, se forman a marionetas sin valores ni criterio.