Sin cacharritos, ni carreras de toros, ni repique con cientos de chucherías y globos volando por el paseo, ni casetas, luces, música a tope y saludos a un lado y a otro de cada acera, sin acostarte después de comerte unos churros con chocolate ni brindis con los amigos y trasnoches de fiesta en la que de camino a casa puedes ver a lo lejos casi el amanecer.
Ha sido diferente, tan diferente que a San Roque no le rezamos desde el 5 de agosto, sino desde el 13 de marzo, este año le hemos rezado más que nunca, le rezamos más que nunca, con más ganas, con más fuerza y con más fe.
Tan diferente que te han dejado en el centro del pueblo unos días más, bendiciéndonos y acompañándonos.
Tan diferente que no has salido en procesión a recorrer nuestras calles, pero sí han pasado cientos de personas por la Iglesia a verte a horas que ni pensábamos que íbamos a tener las puertas de par en par.
Tan diferente que te has metido en cada casa, por cada "tele" y por cada ordenador para seguir tu novena.
Tan diferente todo, pero me atrevería a decir que con más fervor.
"Roque, que con dulce amor, serviste al desvalido, al enfermo y afligido dispensar vuestro favor".
Y como no, agradecer a todos lo que han hecho posible un San Roque tan San Roque, a pesar de las circunstancias; al Ayuntamiento por colaborar de la manera tan estupenda en la organización y limpieza del templo en los días de novena, la organización de actividades sobre todo para los más peques, por hacerles llegar la fiesta de la mejor manera posible, sin que les falten chucherías, globos y cabezudos. Y gracias por supuesto a todos los miembros de la Iglesia que colaboran incansables para acercarnos cada día a nuestro Patrón, sacerdotes del pueblo y demás personas que habéis colaborado día tras días con ese altar tan precioso, esas flores estupendas, esas puertas de par en par y las Misas y novenas que nos habéis regalado.
¡Viva San Roque!
Os dejo enlaces de otros "San Roques", vivencias del mes de agosto en Arjonilla diferentes a las de este año: