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martes, 10 de diciembre de 2019

5 (+ 1) planes para hacer en Navidad en Antequera

La Navidad es una época estupenda para hacer planes con los niños. A pesar del frío, gusta salir a la calle porque hay  más bullicio del habitual: gente por la calle, en los comercios y disfrutando de la familia que está seguramente lejos el resto del año.

Os voy a poner algunos planes que podéis hacer con los niños esta Navidad en Antequera.
  1. Pasar unas horas en el Ice Park que han montado en el Paseo Real. cuenta con  pista de patinaje y un tobogán de hielo .  Los míos están deseando que los lleve.
  2. Visitar alguna de las exposiciones para esta temporada: la de "Barbie: Cine y Moda", que tendrá lugar en la Sala de Exposiciones del Ayuntamiento, la "Exposición de la Historia de los Juguetes" en Santa Clara es una manera bonita de que los niños vean parte de las historia de los juguetes o la "Exposición de Dinosaurios" instalada en la Plaza de Toros con 20 dinosaurios a tamaño real.


  3. Ruta de belenes por nuestra ciudad y si nos ponemos muy profesionales...ejeje...podemos acabar la ruta yendo al Museo de Belenes de Mollina que no pilla lejos y es espectacular.
  4. El paseo en trenecito con villancicos no se lo pierden mis hijos cada año por nada del mundo; es más, solemos repetir varias veces cada Navidad porque les encanta subirse con nosotros, con amigos, con familiares,... para ellos es superdivertido. (Aún no han confirmado que vaya a haber este año 🤔🙄)

  5. Acudir a un teatro o musical navideño.
  6. Si el día no acompaña por el tiempo y preferís plan en casa,...nada mejor que hornear unas galletas navideñas y preparar una merienda de categoría en casa.


Estos son mis básicos para estas vacaciones en Antequera...pero seguro que luego surgen más cositas: talleres infantiles, cantar villancicos con amigos, visitar a algún familiar, ir a ver la decoración navideña de calles y escaparates, meriendas y comidas con amigos, … y así, mil cosas más.



martes, 29 de octubre de 2019

Santander...la elegante

Hacía años que no iba a Santander, puede ser que tuviera 13-14 años cuando fui...y de eso ya ha llovido. Así que volver a Santander en esta ocasión ha sido como redescubrir una ciudad preciosa. Si la tuviera que calificar diría "Santander, la elegante".

Centro Botín desde mi habitación del hotel

En el Centro Botín

El viaje tenía como fin la boda de Jesús y Marián, pero cruzar España para la boda te pedía aprovechar y pasear por sus calles, probar su gastronomía y conocer un poco su historia. Por eso, el jueves a medio día nos cogimos un ave y pusimos rumbo a Cantabria. Llegamos con la hora justa de tomarnos unas copas en una plaza superconcurrida de gente joven y buena temperatura.
 
El viernes por la mañana, después de desayunar nos recogió un bus a los invitados en el hotel. La guía de Santander que nos acompañaba nos fue contando la historia de la ciudad, los chascarrillos propios de la zona y peculiaridades.
 
Visitamos el Palacio de la Magdalena, elegante, distendido y fino, con unos jardines que te invitaba a hacerte fotos y pegadito al mar...una joya de la que los santanderinos disfrutan años más tarde de haberlo disfrutado la monarquía.
También visitamos el "Faro Mayor", que preside la entrada a la Bahía de Santander. Es un lugar privilegiado que te asoma al mar de una manera que da "miedo". Junto al Faro, destaca una gran cruz en recuerdo a los muertos en la Guerra Civil que tiraban por el despeñadero de allí.
 
 Tras estas visitas, recorrimos la ciudad en bus explicándonos la guía toda serie de reconstrucciones que ha tenido la ciudad por culpa de su famoso incendio de 1941 que dejó la ciudad en cenizas. Tampoco faltó nuestro paso por el Sardinero y saber la importancia que tuvo para el turismo a finales del siglo XIX con los famosos Baños de la Ola.

Acabamos la visita turística en el Centro Botín  (a escasos metros de nuestro hotel) donde volveríamos por la noche para disfrutar de un cóctel "preboda" donde pasamos una velada buenísima.
 El sabádo...tocaba boda...así que poco os puedo contar de Santander...o mucho, según se mire: La ceremonia fue en la Catedral, y fue una misa preciosas, sencilla, participativa y entrañable.
Tras la Misa, nos fuimos en autobuses hasta el lugar de la celebración; la Huerta de Cubas, un lugar muy de moda en Cantabria. Una huerta cuidada milimétricamente y preciosa.
 


Detalles bonitos de la boda
 La copa de bienvenida y el almuerzo fue en un invernadero acristalado que a pesar de la lluvia incesante en ningún momentos nos molestó.


Preparando anchoas


Bocadito de ensalada césar

Tortilla de patata deconstruida hecha en el momento
El almuerzo y la fiesta inmejorable. El cátering del chef Jesús Sánchez con dos estrellas michelín del restaurante Cenador de Amós y la fiesta animada con un grupo que hizo que no paráramos de bailar y un dj espectacular. No faltó un detalle, recena para todos los gustos (McDonald's y un surtido de tortillas de patatas de varios sabores), chucherías para las copas, zapatillas para quien quería quitarse los tacones, pasminas para quien tuviera frio, cigarros, puros,...  

 

¿Hay algo más divertido en una boda que un fotomatón?
Los happy meals desataron la locura en la boda
 A la mañana siguiente nos despedimos de Santander con un pincho de tortilla del Centro Botín y unos sobaos en la maleta... Nos has encantado, tu elegancia, tus planes sobre la mesa, tu gusto, tus calles, tu mar, tu fina lluvia y tu todo!!!
 
  • Ir de ruta por varios "bares"
  • Los desayunos variados de Gallofa
  • Los pinchos, el ambiente  y el trato de Casa Ajero son espectaculares
  • Asador Tronki (pescado y marisco; se llega  cruzando la bahía en barco)
  • Copas en la Plaza Cañadio
  • Unas pastas de té de Mune
  • Un aperitivo o merienda en el Centro Botín
  • Pasear por las calles del centro dejándote llevar
  • Llevar en el bolso siempre un paraguas...nunca sabes cuando puede empezar a llover!!!jejeej
    Pincho de musaca y queso de cabra en Cachalote

    Tortillas de buena mañana en Gallofa

    Gallofa


    Carrot cake de Gallofa

    Artesanas pastas de té que nos recordó a la niñez

     

     

     

     

viernes, 1 de marzo de 2019

Torcal de Antequera con niños

El Torcal es un paraje natural en el que sobresalen las distintas formas de las rocas erosionadas por diversos agentes meteorológicos que han hecho de algunas de sus rocas auténticas obras de arte, construyendo un importante paisaje kárstico. Además de esto, es fundamental decir que desde junio de 2016, el Torcal de Antequera, junto con los Dólmenes y la Peña de los Enamorados forman parte del Patrimonio de la Humanidad.

 El paraje cuenta con varias rutas de diferentes dificultades siendo la más corta de fácil acceso para ir con niños de corta edad. Además de las rutas tiene un centro de visitantes en el que niños y mayores pueden ver las diferentes especies que habitan en el Torcal y como llegó a formarse el paraje tal cual está. 

Cómo llegar:

El torcal se encuentra ubicado entre Antequera y Villanueva de la Concepción, en la carretera A-7075, km 42. Cuenta con dos aparcamientos; uno a casi 4 km del centro de visitantes y otro arriba justo a unos metros del centro de visitantes. Para los que aparcan en el primer aparcamiento hay varios bus lanzadera que te ayudan a subir al Centro de visitantes sin problema por un módico precio ( creo que 1,5€ ida y vuelta). 
Es difícil aparcar en el segundo aparcamiento, ya que pronto se llena y cortan las entradas de coches. Hay quien sube al Centro de Visitantes andando...pero sinceramente me parece una locura...por poco que parezca llegas al Centro de Visitantes "cansadísimo" y sin ganas de continuar, seguro!!!!


Qué es exactamente el Torcal:
El Torcal tiene su origen en el período jurásico. Formaba parte del fondo marino. En la era cenozoica hubo un levantamiento de la zona y dejo los sedimentos calizos formados durante millones de años, al descubierto, exponiéndolos a las inclemencias climatológicas. Así, el sol, el agua y el aire han ido modelando y dando la forma que ahora vemos dando lugar a formas tan características como el famoso "tornillo".

Horarios y precios:
Es cierto que el Torcal es un paisaje natural y se puede pasear sin horarios, pero el Centro de Visitantes y la cafetería abren a las 10 de la mañana. De octubre a marzo cierran a las 17 horas y de abril a septiembre cierran a las 19 horas. Las rutas y la visita son gratuitas, si bien es cierto que el Centro organiza actividades que algunas pueden tener algún tipo de coste.

Rutas:  
El Torcal cuenta con dos rutas previstas para los visitantes; aunque el tramo que va desde el primera aparcamiento hasta el Centro de visitantes puede estar considerado otra ruta, aunque no sendero.
  • Ruta amarilla.-  El trayecto es de 3 km con tramos estrechos, subidas y bajadas y espacios de sombras y llanuras para  descansar.
  • Ruta verde.- Es circular y el trayecto es de 1,5 km. Es más fácil y corta que la verde y es ideal para hacer con niños de corta edad. 
Ambas rutas tienen zonas en común como se puede apreciar en el mapa, y se pueden localizar mediante las señalizaciones que hay en flechas de madera o pintadas en rocas aludiendo al color de la ruta.

Existen otras rutas que hay que reservar y contratar y que van por zonas de acceso restringido. Son rutas guiadas.Los precios oscilan entre 6,5€ y 8€. 

Centro de Visitantes:
El Centro de Visitantes tienes toda la información de rutas, una pequeña tienda para comprar algún recuerdo y además hay un pequeño museo donde te explican la formación del torcal, el hábitat, la flora y la fauna. El museo es ideal para los niños porque es muy interactivo y todo se puede tocar, experimentar,...

Además de esto, debido a las alturas, el Centro cuenta con un Observatorio Astronómico que e organiza actividades durante todo el año.
El centro también cuenta con baños y un restaurante.


Consejos :
  1. Valorar si nuestros hijos son capaces de subir y bajar cuestas empedradas y valorar la ruta que podemos hacer con ellos
  2. Utilizar calzado adecuado, que no os pase como a mi que hice una ruta en los pirineos en "Merceditas" y fue un horror.
  3. Palos de trekking para apoyarse en los desniveles 
  4. Llevar varias capas de ropa. En la sombra hace frío pero andando y dando el sol se pasa calor. Todo dependerá también de la estación en la que estemos.
  5. Agua y un tentempié. Si por las horas preferís comer en mitad de la ruta, nosotros a veces nos hemos llevado unos bocadillos y a los niños les parece un plan perfecto.
  6. Protector solar y si es verano no puede faltar una gorra.

Nuestra última visita:
Hemos quedado temprano con unos amigos en el Centro de Visitantes y como nosotros solo llevábamos a los dos mayores hemos ido del tirón a hacer la ruta amarilla. 

Ha sido una ruta amena y bastante buena. El tiempo ha acompañado y a pesar de ser 28 de febrero ha hecho " un diazo" y hemos estado incluso en marga corta. Como lleva tiempo sin llover el terreno no estaba mojado ni con charcos como en otras ocasiones me ha ocurrido. Aunque está estimada para tardar menos, hemos tardado dos horas y media larga porque hemos ido tranquilos, disfrutando del paisaje, de las cabras que nos hemos cruzado, y parando haciendo las fotos que nos han apetecido. También nos ha dado tiempo a tomarnos una fruta y descansar un poco con los niños.

Después de la ruta nos hemos asomado a "Las ventanillas", un "balcón" impresionante desde el que vemos hasta la costa.

No podríamos irnos del paraje sin visitar el Centro de Visitantes y sin que los niños "alucinen" viendo como se ha formado el terrero por el que hemos paseado.